Una mujer es india en “Poesía/Estreno” de Martine Morillon-Carreau


"Porque “una mujer es diferente” y el indio “invisible y silencioso” de los westerns representa lo completamente diferente, entonces claro, “¡Una mujer es una india”! La mujer, como el indio con un destino trágico, “sabe/que este mundo está llegando a su fin". Como él, ella es "alguien a quien nadie ha escuchado". Pero, ella, una mujer, que "debe saber/cantar su canción de muerte", para empezar a "bailar", adornada ¡con "[s]us hermosas plumas, [sus] dientes de oso, [sus] zapatos barnizados"!…

Vemos cómo, en Murièle Camac, que asocia y entrelaza campos léxicos propios de ambos, la imagen trágicamente victimizada del indio puede referirse a la de la mujer. En el espejo de la escritura, valiente y suntuosa, el indio se refleja como mujer y viceversa. Pero también como poeta cuando, poéticamente, el canto y la danza se convierten en metáforas contradictorias de la “lengua materna, lengua viril”.


Murièle Camac cuestiona aquí, con gran originalidad –y no sin cruel ironía– la poco envidiable condición de la mujer en nuestras sociedades: mientras que el hombre (bello objeto de, además, apasionado deseo femenino) puede aparecer tradicionalmente como el héroe de una historia interesante, ¡Su historia –la de ella– nunca la ha convertido en heroína!

“Este mundo no está hecho para nosotros”, insiste el poeta. Pero con valentía, si “la tierra no está firme”, la hablante afirma que debe “seguir caminando”. ¡“Siempre más lejos”, incluso hacia “Un sueño imposible”! ¡Pero sin ninguna certeza de salvación! Un terrible punto de convergencia existencial, sin duda también, con un hermano varón que ha integrado el “nosotros”.”

Martine Morillon-Carreau

Artículo publicado en Poésie/Première en mayo de 2022 (n°82)

Compre el libro online: Una mujer es india – Éditions Exopotamie